Agustín Sánchez Aguilar nació en Barcelona un domingo de verano. Nada más entrar en la escuela, le pilló el gusto a lo de leer, y desde entonces vive saltando de libro en libro: se pasa media vida leyendo lo que otros escriben y la otra media escribiendo lo que otros leen. Trabaja como profesor en la universidad, da conferencias sobre cómo animar a los adolescentes a leer, escribe en verso de vez en cuando y ha adaptado para niños algunos grandes clásicos de la literatura universal, como el Quijote y las Metamorfosis de Ovidio. Le gusta viajar, ir en bici, volar cometas, reírse con sus hijas de las tonterías que salen por la tele y dar paseos largos pensando en sus cosas. Ha publicado las novelas Equis y yo, sobre un pingüino intergaláctico que se acuerda de todo, y La leyenda del Cid, sobre un guerrero medieval del que todos se acuerdan. En su libro Hay que salvar a Carmelo, un niño pide a los Reyes Magos un cerdo de peluche pero recibe un cerdo de verdad. Gracias a esa novelita, ganó el Premio Ciudad de Málaga de Literatura Infantil y ha entrado en la prestigiosa lista White Ravens. Su gran sueño es conocer a las Wonderful, las cinco tortugas de su último libro, y cantar karaoke con ellas.