Premio EDEBÉ de Literatura Juvenil 1998: El caso del artista cruel, de Elia Barceló

ebarcelo

Elia Barceló

Nací en Alicante el 29 de enero de 1957 (de lo que se desprende que este premio va a ser un extraordinario regalo de cumpleaños) y viví toda mi infancia en Elda, en una familia cariñosa, tolerante y divertida, de ávidos lectores. Empecé a escribir muy pronto -sobre los doce años- pero no publiqué mi primer relato hasta los veintidós. Desde siempre me interesé por la literatura, especialmente por lo fantástico, la ciencia ficción, la novela negra y más tarde el terror, y todo lo que he escrito en mi vida gira de algún modo en torno a estos intereses.

Estudié Filología Anglogermánica en Valencia y Filología Hispánica en Alicante, aunque durante un par de años hice también Historia y Medicina porque me daba lástima tener unos años a mi disposición para estudiar y tener que limitarme a una única rama. También trabajé como traductora e intérprete y di muchas clases de inglés en una multinacional americana, lo que me convenció para siempre de que lo mío era el mundo académico.

En 1981 me trasladé a Innsbruck, Austria, después de un largo y romántico noviazgo -hecho de cartas y estancias de vacaciones- con Klaus Eisterer, que ahora es mi marido. También desde esa fecha trabajo en la Universidad de Innsbruck, en el Departamento de Romanística, donde enseño Literatura española y Composición.

La fidelidad a mis gustos literarios de siempre hizo que me doctorara con una tesis sobre los arquetipos de terror en los relatos fantásticos de Julio Cortázar, uno de los escritores a los que más admito, y que el terreno de lo fantástico se haya convertido en mi especialidad académica.

Pero como soy una persona inquieta y no me gusta estar siempre sola, encerrada con mi ordenador, durante diez años llevé un grupo de teatro universitario -Tachuela- que montaba obras en español y que me dio la ocasión de hacer muchas de las cosas que más me gustan: trabajar en grupo, jugar con la fantasía, cantar, bailar, reírme y hacer fiestas.

Llevo 15 años casada y tengo dos hijos: un chico de casi 13 años que ha sido el primer lector de El caso del artista cruel y cuyos consejos he tenido muy en cuenta, y una chica de seis años que está ahora empezando a leer.

En cuanto a mi producción literaria hasta la fecha, se orienta claramente al campo de la ciencia ficción y el fantástico en general. Mi primer libro, Sagrada (Ediciones B), apareció en 1989 y está compuesto por una novela corta y una selección de relatos; en 1993 gané el primer premio del Concurso Internacional de Novela Breve de Ciencia Ficción que convoca la Universidad Politécnica de Cataluña con El mundo de Yarek (Ediciones B) y en 1994 apareció Consecuencias Naturales (Miraguano). He publicado más de veinte relatos en diferentes revistas españolas y extranjeras y algunos de mis cuentos han sido traducidos al francés y al alemán. Durante dos años colaboré también con artículos en El País de las Tentaciones.

Ésta es la primera vez que escribo una novela juvenil, pero lo pasé tan bien escribiéndola que ya estoy trabajando en otra, de un corte totalmente distinto, mezcla de novela contemporánea y novela histórica.

Quizá lo único que queda por decir es que escribo porque me gusta, porque me divierto enormemente y porque, hasta cierto punto, quiero dar a otras personas la satisfacción que yo recibo leyendo las novelas y relatos de otros escritores. Los ratos que pasé leyendo en mi adolescencia fueron de los más felices y plenos de mi vida y me gustaría devolver algo de lo que yo recibí, dar a los jóvenes de ahora algo de lo que me dieron a mí en esa época y que formó las bases de mi pensamiento y mi comportamiento actuales.

Estoy muy agradecida a la iniciativa de EDEBÉ para fomentar el entusiasmo de los jóvenes lectores y espero tener ocasión de seguir colaborando en ese gran proyecto.